
Una lesión de menisco
se suele producir por un giro o un movimiento inapropiado, pero también por
desgaste, sobre todo en personas de avanzada edad. Se suele sentir un
dolor muy agudo y repentino en la rodilla, además, va acompañado de hinchazón
en toda la zona. Otro síntoma muy característico es que la persona no puede
flexionar o estirar por completo la pierna sin que se produzca un bloqueo de la
rodilla, como si se “atascara”.
¿Cómo se trata?
El tratamiento para las lesiones de menisco varía en función
del tipo de lesión, la edad del paciente, el nivel de actividad del mismo, el
tiempo que duran los síntomas, etc. Hay diferentes rangos de gravedad en estas
lesiones de los meniscos.Según el caso, puede
ser necesaria una intervención quirúrgica y la fisioterapia juega un papel
clave en la recuperación de una lesión en el menisco, tanto antes como después
de la cirugía. La valoración de un médico es vital ante el primer síntoma de
dolor de menisco.
Debemos realizar estos calentamientos antes de cualquier
actividad física para evitar una lesión:
1) Sitúate de pie, flexiona ligeramente las rodillas y apoya
tus manos sobre ellas. Realiza giros de izquierda a derecha y viceversa,
manteniendo los pies juntos.
2) De pie, con las piernas rectas y las manos situadas sobre
las rodillas. Flexionamos ambas rodillas y volvemos a la posición inicial (con
las piernas rectas). Repite varias veces este ejercicio de rodillas.
3) Continúa de pie y con la mirada al frente. Lleva una
rodilla hacia arriba, después baja la pierna a la posición inicial y llévala
hacia detrás (llevando el talón hacia tu trasero). Repite esta secuencia con la
otra pierna. Realiza estos ejercicios de rodillas varias veces.
4) Los estiramientos también son muy recomendables. Ponte de
pie, con la pierna recta, el talón apoyado y la punta del pie hacia arriba.
Hazlo con ambas piernas varias veces.
5) Siéntate en una silla con la espalda bien apoyada y las
plantas de los pies tocando perfectamente el suelo. Levanta una pierna, mantén
un rato y vuelve a la posición de inicio. Realiza este ejercicio de rodillas
alternando ambas piernas